NOTAS SOBRE MEDITACIÓN
Una vez establecida una práctica formal diaria, no tener prisa. La paciencia es una herramienta fundamental siempre pero sobre todo al principio. Además debemos tener cuidado con las espectativas que normalmente son puras fantasias y no aportan nada al proceso. Y buscar la alegría y la inspiración de la meditación y no en sus resultados. El simple hecho de sentarse es la práctica. Y ésta debe ser cultivada hasta volverse totalmente natural y espontánea. Sentarse como un acción completa, sin de momento nada más… luego aplicarse a la práctica escogida y no saltar de una técnica a otra. En la meditación tenemos que hacer la práctica y a la vez ser consciente de su impacto en el “después de la meditación”. La meditación debe dejar huellas en nuestro quehacer diario en el sentido de más atención y menos desasosiego, más sentido de estar al mando y no de perder los estribos. Más aceptación de los contratiempos y menos interés por lo mundano. Como una semilla plantada requiere tiempo para brotar y dar frutos. El Dalái Lama cuenta que en su infancia le gustaban las plantas pero que tiraba de ellas para que crecieran más deprisa… con lo cual se le morían todas… hay que dejar a la naturaleza actuar… y eso requiere tiempo… incluso mucho tiempo.
Foto: Meditando en Lumbini (Nepal) foto de Miguel Ángel